La libertad es la fantasía de crearnos

martes, 24 de junio de 2008

Ya vés...



Ya vés, no pude resistir la tentación.
Antes de verte, juré y perjuré-aunque nunca lo hago- que no pasaría.
Y pasó.
Ya lo había hecho antes, así que no me pillaba desprevenido, pero al verte así, me sentí virgen de nuevo. Mira que he caminado largo hasta llegar aquí. He atravesado un océano, varios aerópuertos y he visitado varias muertes. Pero nunca me encontré con algo así.
Me miras y no dices nada.
Eso me gusta. Me da tiempo a pensar en el siguiente paso.
Te acercas.
Y eso no me gusta tanto
Algo se mueve dentro, y de repente regreso a un lugar que me resulta familiar, pero que no reconozco, y tengo siete años y me siento protegido.
Huelo a paella, y me viene un calor del fondo de la cocina, pero a los niños no se les permite acercarse a las conversaciones de los adultos.
Recuerdo que me acercaba y me colocaba en la habitación contigua a escuchar detrás de la pared. Y me sentía como ahora. Muy lejos de algo que sabía inasible.
Mi madre me miraba por la ventana y veía cómo deseaba acercarme, pero movía la cabeza hacia un lado y hacia otro. Como tú mueves ahora tus caderas.
Me volvía loco.
Me vuelves loco.
Y me iba corriendo a gritar al campo con los demás niños, hasta que me llegara la hora de crecer.
Hoy no puedo irme, no puedo huír ni gritar
no puedo esperar
hasta no tener miedo
Tú me miras y sabes de qué hablo. Tus ojos me lo dicen.
Eso me consuela, me siento vulnerable y protegido al mismo tiempo.
Te colgaste y ya has bajado.
Yo ya no quiero gritar, ni caer, ni correr, ni espiar...
Bajaste y aquí estás
Yo me quedé colgado arriba
contigo
y nunca dejo de tener miedo
cuando subo y cuando bajo
Pero merece la pena.















No hay comentarios:

Publicar un comentario