No soy una sentimental. Soy una romántica empedernida. Voy con un "sentimiento trágico-cómico" de la vida colgando por la espalda, como quién lleva siempre en el bolso un paquete de chicles. Cuando le apetece toma uno y lo machaca con los dientes hasta que se le deshace en la boca. Pues yo hago lo mismo. Cuando la vida se pone nostálgica, cojo un poco de "sentimiento", y lo machaco hasta que en vez de deshacerse, acaba machacándome a mí. Hasta me vuelvo pegajosa y todo.
Si me dejás diré: " cada minuto sin tí lo siento como una amputación"; si alguien me hace daño, pensaré: "en cada paso un cuchillo me rasga por dentro"; si me regalás una rosa, la tomaré entre mis manos hasta que el último pétalo caiga...
Vós conocés bien de que hablo.
|