Hoy me desperté con sabor de hormigas en los labios. Al levantarme algo resbaló por mi cuerpo, Y allí se quedó enredado entre los pies.
¿Soy la misma que la que era ayer?- me pregunto mirándome en el espejo mientras me cepillo los dientes. La chica que me mira desde el otro lado pone cara de no entender nada. "Sí, a tí te hablo; bien sabes que no conoces la respuesta. Ahí vas por la vida, con tu mirada segura y firme, creyéndote que sabes hacia dónde das el siguiente paso y, ¿qué pasa cuándo caes? ,¿qué haces? Miras alrededor con carita linda y desamparada, como si una ola feroz te hubiera arrancado media vida de imprevisto y en el paso, te ha dejado con la piel despellejada. Pero hoy me sonríes desde ahí adentro. Y yo continúo enjuagándome, como si nada.
Te miro durmiendo todavía... Y algo pasa por mi cabeza. Trato de atrapar el pensamiento como se intenta leer las señales en la autopista cuando se va a toda velocidad, pero se ablandan las ideas, y acabo confundiéndolo con lo que siento. No sé. No, no, y no. Compruebo en el espejo que todo está bien. Si, nada cambió en apariencia, como mucho ese brillo en el fondo de los ojos. Vuelvo a mirar ese cuerpo desnudo que duerme inocente. Acerco mi cara a tu cabeza ,y cerrando los ojos, la toco. Ahora lo siento. No lo sé, pero lo siento. Me abandono a la emoción que me recorre. Es dulce el valor de entregar y mantenerse libre. ¿Pienso o me dejo pensar? ¿Siento o me dejo sentir? Siento cuando pienso y no pienso cuando siento ¿Qué hay más allá? ¿Qué puedes darme que yo no tenga? ¿Qué puedo ofrecerte? Abro los ojos y ellos te atraviesan y tú no lo sabes
Salgo del cuarto y te dejo ahí, solo. Me voy y no te digo nada A veces, las palabras sólo son sonidos para rellenar silencios.
Esta noche hemos creado un silencio tierno sin saberlo
Cierro la puerta con llave y me tropiezo con algo
lo desenredo de mis pies y continúo
Ahí se ha quedado una capa tirada detrás de la puerta
No la pises al salir
Yo llevo la tuya conmigo
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